la habitación era ruidosa y el baño estaba fuera. realmente esperaba un upgrade por las molestias, pero claramente no soy especial. además, el piso hacía ruido al caminar, un detalle tan mínimo que ni lo notaron. casi escribo una buena reseña, pero no pude. pena.

La atención fue increíble, todos en el hotel nos hicieron sentir como en casa. Disfrutamos de la playa privada y de actividades como el ping pong. La comida, especialmente los camarones, estaba deliciosa. Un lugar ideal para relajarse en familia con niño.

A mis hijos les habría encantado que hubiera una piscina para disfrutar más en familia.

Una elección inteligente para una noche en Playa Blanca con una buena relación calidad-precio. La atención fue fantástica, especialmente de Carmen y William, que hicieron todo el proceso de reserva muy fácil. Si necesitas tranquilidad, busca habitaciones más alejadas del restaurante.